Me he quedado de piedra. La verdad es que tenía pensado poner algunas películas western del lejano este, oriente en general, ya que pensaba que poco más había por el Sol Naciente. Sin embargo nada más ponerme a rascar me he topado con el principio de todo; la productora de cine más antigua de Japón: los estudios Nikkatsu.
Empezó su andadura en 1912, pero es entre los años 1950 y 1970 cuando da un giro hacia el cine de acción occidental: western, gansters y rebeldía adolescente. Destinado a hacerse con el público joven de posguerra, hambriento de vitalidad. Pronto los cowboys, samurais, gansters y yakuzas se entremezclaron en la gran pantalla.
Los inicios del western nipón comienzan alrededor de los 60 en una serie de películas conocidas bajo el nombre de Eastern Westerns. En ellas, el protagonista cabalgaba por las llanuras y colinas de Hokkaido impartiendo justicia. Plains Wanderer (Daisogen no Wataridori) de 1960, dirigida por Buichi Saito es un buen ejemplo.
En 1962 ve la luz Mekishiko Mukushu (Mexico Wanderer), dirigida por Koreyoshi Kurahara, en la que Jô Shishido, el actor principal, encarna a un bandido mejicano en una visión japonesa del Méjico salvaje. No he podido encontrar nada más de esta película a excepción de la siguiente imagen.
El cine de yakuzas también tuvo sus escarceos con el western, más concretamente con su vertiente italo-hispana. A Colt is My Passport (Koruto Wa Ore No Pasupoto), dirigida en 1967 por Takashi Nomura destaca claramente en este ámbito, tanto por su tema principal como por la escena que da fin a la película.
Finalmente llegamos al año 1969, esta vez es el cine de samuráis el que bebe salsa de espaguetis. En The Fort of Death (Gonin no Shokin Kasegi), Eiichi Kudo nos presenta un film en el que un cazarrecompensas reúne a su banda para defender a pobres campesinos explotados por el shogun.
Y hasta aquí todo lo que he encontrado de este rollito primaveral western-nipón. Perdonad por robaros algo más de 5 minutos pero creo que el tema lo vale. Hay mucho más y, yo al menos, después del picoteo me he quedado con hambre. Así que si alguien sabe algo más del tema, aquí le dejo los fogones en marcha.
Un Botamochi al west-style.
Buen provecho.
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