SUKIYAKI WESTERN DJANGO

Si hablamos de western en el cine japonés, indudablemente Sukiyaki Western Django es, hoy por hoy, el buque insignia. Más que un western a la japonesa, estamos ante una fusión de géneros y estilos tan cuidadosamente tratada que ofrece una realidad visual completa, nueva y coherente.

Detrás de todo anda Takashi Miike, director japonés que camina por el cine de autor, grandes superproducciones, series de tv, musicales e incluso por el mundo del teatro. Autor de títulos como: Ichi the killer, Gozu y Audition; fanático del espaghetti western y fan de Tarantino, quien hace un cameo al inicio del film.


La idea inicial no es otra que un remake de Django de Corbucci, una de las películas favoritas de Miike. Pero el producto final cobra vida por sí mismo, situándose mucho mejor entre la Yojimbo de Akira kurosawa y Por un puñado de dólares de Sergio Leone; por supuesto, desde la distancia que ofrece un nuevo camino.

Se nos presenta un enfrentamiento, en un pequeño pueblo, entre los clanes Minamoto y Taira en medio de las guerras Genpei. Samuráis y cowboys, revólveres y katanas; en resumen, espaguetis con salsa de tomate chanbara. Como el sukiyaki, un plato completamente japonés que comienza a cocerse al entrar en contacto con occidente.

Un hecho llamativo es que la película se haya rodado integramente en inglés. Ingrediente de esta curiosa mezcla que choca con la fluidez del resto, dado el bajo nivel de los actores en dicho idioma. No obstante no es un rasgo decisivo y fácilmente subsanable con la inclusión de subtítulos.

Y es que, como buen western, Sukiyaki Western Django es principalmente narración visual. La mancha de tomate del espagueti junto a la cuidada estética del sushi. Ahí sí que se nota la mano de Miike: naturaleza, color, ritmo, diálogo corporal y danza, plasmados con planos westernianos sobre lienzos al más puro estilo Ukiyo-e.

En definitiva, un paso firme sobre esta nueva senda.

Un sukiyaki con salsa bolognesa.

Buen provecho.

Posted in: Cine,Semana Japonesa,western