miércoles, 19 de octubre de 2011

El ORIGEN DE LOS SAMURAI

ESCRITO POR Kenshin




Samurai: guerreros temibles, una filosofía característica y una apariencia singular que ha obligado a mitificar de nuevo al hombre bajo este manto romántico de honor oriental. Es una entrada que se merece un hueco especial en esta semana temática puesto que no es sorpresa decir que, si bien no es una ciencia cierta, la teoría de que la figura del samurai y todo el contexto que lo envuelve es motivo suficiente para empezar a engancharse a la "japonitis" es clara.

Pero no vamos a encargarnos de explicar su ética de batalla, ni las armas que usaban, porque esa información es de fácil acceso y la mayoría la conoce con más o menos detalle. De una forma resumida, os contamos esos datos peculiares de cómo aparecieron estos famosos guerreros para poder conectar esos puntos en nuestro conocimiento histórico...


¿Existieron los samurai desde los orígenes de Japón? En realidad hasta finales del siglo VIII d.C, Japón era exclusivamente del Emperador y las familias que durante los siglos ganaron renombre en las diferentes regiones (los clanes en general y sus continuas pugnas por el poder serán una constante en toda la historia, para bien y para mal).  Estas últimas cada vez ganaban más terreno a la figura divina e intocable del Emperador y los Fujiwara, quizá la familia con mayor influencia de la historia de Japón, no dudaban en forjar alianzas con los miembros de la corte para aumentar su poder.
Imaginaos el entramado de uniones que llegaron incluso a colocar a uno de sus miembros, Seiwa Fujiwara, en el trono.

En esta época, conocida como el Periodo Heian, la capital se traslada a la actual Kyoto (la antigua Heian, de ahí el nombre). Se construye una ciudad asombrosa, también a imagen de la capital china igual que la anterior capital, Nara. 
En este momento Japón vive un aliento de motivación cultural y Heian se convierte en la capital del arte. Se construyen obras arquitectónicas tan impresionantes como el Byoudoin de Uji en honor a las tradiciones budistas (la forma es un ave fénix), se escribe la inmortal obra literaria Genji Monogatari a la que dedicaremos una entrada en condiciones, y florece un nuevo arte pictórico conocido como Yamato-e. (Yamato es el antiguo nombre de Japón, y el kanji "e" significa pintura).

Estos avances y esta dedicación de la Corte por la cultura no es sinónimo de igualdad ni de paz. De hecho, Heian se convirtió en una ciudad esnobista, obsesionada por la perfección (esta es para mí el momento en que se define la mitad de la naranja del alma y espíritu japonés) mientras los impuestos sobre el arroz subían y miraban al pueblo con desprecio.
Además, el problema de la expansión de los Fujiwara molestó al resto de familias, entre ellas a los miembros de otros de los grandes clanes de la historia japonesa: los Taira.

Los Fujiwara y los Taira (seguidos muy de cerca por los Minamoto) se dedicaron a intentar desbancarse los unos a los otros al mismo tiempo que arremetían contra el Emperador tejiendo hilos en las sombras. Tal es así, que el gobierno central ofrecía títulos nobiliarios a quienes acabasen con los principales peligros, considerando a algunos miembros como piratas y forajidos. Es importante destacar la dependencia del gobierno (el emperador al fin y al cabo, se iría convirtiendo poco a poco en mera figura representativa) de los nobles y los militares. 

Para asegurar el poder hacía falta algo especial. Hace falta una milicia, hombres personales de confianza que marquen la diferencia. Es por ese motivo que la nobleza comienza a reforzar su poder mediante el reclutamiento de los hijos de los campesinos ricos (para asegurarse la continuidad de las cosechas con los padres) y los comenzaron a adiestrar en las artes de la guerra. Algunos terminaban siendo guardias personales; otros bandidos como mucho. Esta es la primera vez oficialmente que se conoce las relaciones de vasallaje entre guerrero-amo.

Surge entonces el concepto de samurai que conocemos pero que por ahora se le considerará sólo un bushi o guerrero, con la figura de Minamoto Yoshiie, que la mayoría considera el primero de todos ellos. Éste llegó a repartir sus bienes con los guerreros a su mando para pagarles los servicios que el inestable gobierno no podía pagar. Se establece un vínculo especial entonces, de un intercambio, de un servicio leal a una persona que comparte, la confianza, la caballería basada en el honor y la lealtad ya mencionada.


Todavía queda mucho hasta que los samurai sean considerados una clase social como tal, pero sin duda este es el origen exacto de la historia de estos increíbles guerreros.

3 comentarios:

Elban dijo...

¿Vas a hablar del Genji Monogatari? ¿En serio? La verdad es que es una de las grandes obras de la literatura universal y hace años que quiero leérmelo (sacaron una versión en dos tomos en español, que hasta donde yo sé no pinta mal)

Lo mismo con las cuatro grandes novelas clásicas chinas (Viaje a Occidente, El Romance de los Tres Reinos, Sueño en el Pabellón Rojo y A la orilla del agua)

Kenshin dijo...

Es increíble que por aquella época se pudiera escribir algo así. Es una obra "espesilla", pero merece la pena.
Si tengo tiempo intentaré escribir una entrada para esta semana temática.

Pirata Samurai dijo...

Interesante entrada! La verdad que no conocia la historia :D

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