Aquí os traemos una nueva recomendación por si no sabéis a qué hincar el diente este verano. En esta ocasión os traemos una cara conocida de una de vuestras series favoritas y una historia de intriga y terror en un hotel residencial, en el número 666 ...999 de Park Avenue.
Que ya me diréis qué tiene de terrorífico un apartamento con vistas a Central Park, pero bueno...allá vamos.
Si algo nos ha dejado Lost es una cantidad considerable de actores increíbles. Uno de ellos es quizá, por unanimidad, el que más ha suscitado las simpatías de los espectadores. Hablamos de Terry O'Quinn en su papel como John Locke y su personalidad arrolladora, repleta de misterios y dudas y un trasfondo personal trágico.
Aunque esa fama adquirida a través de esta serie ya legendaria no les ha servido para sostener sus papeles como protagonistas, alejados de sus "compañeros de isla". El caso más claro es el de "Jorge García" (Hurley, en Lost), que ha extrapolado sin quererlo su mala suerte en la serie de culto al resto de sus intervenciones en otras producciones posteriores, como la cancelada "Alcatraz" o la decadencia de "Once Upon a Time" desde su aparición como secundario (deja ya de estropear series, Jorgito).
Con "666 Park Avenue" ha ocurrido algo parecido, y el bueno de Terry O'Quinn se ha visto condenado a una de esas dolorosas cancelaciones sin sentido. Porque esta serie contaba con un argumento poderoso, ampliable, con cientos de posibilidades argumentales y una historia que, a raíz de otras mini historias, conseguía conectar con el guión y con el público.
Sí, ha sido cancelada, pero no os preocupéis porque la cadena ABC ha tenido la decencia de dejar que las productoras concluyeran la serie. De hecho, se tuvieron que volver a grabar los últimos tres o cuatro episodios para poder echar el cerrojo en condiciones para dejar más o menos complacidos a los fans que, como yo, no se creían que una serie de estas características fuese cancelada así a bote pronto.
El argumento nos recuerda a producciones como "Pactar con el Diablo" o "La Profecía": una pareja se muda a Nueva York en busca de una vida mejor y se encuentra de bruces con un trabajo en un hotel residencial de talla histórica, el Drake, en el que reciben alojamiento a cambio de ser los nuevos managers. El contratista es Gavin Doran (Terry O'Quinn), un misterioso millonario generoso y bienintencionado que se vuelca a ayudar a los residentes de su hotel siempre que lo necesiten; eso sí, por un contrato cuyo precio es el alma de quienes lo firmen.
Pese a que se nos venga la idea infundada de "el diablo recolecta almas en un hotel", en ningún momento se nos aclara si estamos tratando con el Diablo como tal, o si es un ente sobrenatural o el mandado de alguien superior. Si hubiese más capítulos y por ende más temporadas, tarde o temprano se hubiesen aclarado muchos detalles inconclusos que sólo podemos deducir a pesar de que la serie "concluye".
No obstante, recomendamos esta serie por ser una de las pocas que han dado un cierre decente -aunque inevitablemente nos sentiremos hambrientos tras el final-, con 13 episodios en los que los inquilinos del Drake nos muestran sus historias personales, como sucumben o no a la tentación de ver resueltos sus problemas o sus deseos, la enigmática relación de la protagonista con el hotel y las conexiones del mismo con rituales esotéricos antiguos.
Trailer de "666 Park Avenue"
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