Silmido 실미도 (2003)

Cuando nombramos la palabra 'isla' en la sinopsis de una película o libro, entramos en modo curiosidad y nos sentimos atraídos como una polilla por la luz. La literatura se ha encargado de conseguir que un pedazo de tierra anclado al mar se convierta en algo místico o cuanto menos interesante (gracias, Sr.Stevenson). Muchas veces nos confiamos tanto en una trama que envuelve a islas perdidas que acabamos achicharrados como la pobre polilla que mencionábamos, y es que no todas las islas nos han dejado buen sabor de boca. Y eso no quiere decir que esté pensando ahora mismo en la serie 'Perdidos'; tampoco que esté siendo sincero del todo a la anterior suposición.

Pero cuando se mezclan Historia, hechos reales y la palabra 'isla', es un placer indescriptible. Por eso la no tan conocida isla de Silmido, en la costa oeste de Corea del Sur, tiene como dice la canción 'un color especial', ya que ese escenario fue testigo de uno de los proyectos militares más ambiciosos y trágicos de la Historia surcoreana. Si queréis conocer más, entrad y disfrutad la película Silmido.

Pongámonos en situación. Kim Il-Sung, el Gran Líder de Corea del Norte y su peinado todavía andaban vivito y coleando para desgracia de muchos. Por aquel entonces, en 1968, gran parte del planeta veía fantasmas con mantas rojas por todas partes, mientras que otros sufrían apariciones de entes con levitas hechas con billetes (y por lo que tengo entendido, iban bien tapados porque hacía bastante frío). 

En una época en la que la tensión entre las dos coreas se incrementaba en mayor medida que ahora, la unidad 124 del ejército popular de Corea del Norte intentó dar matarile al entonces presidente de la República de Corea del Sur, Park Chun-hee.

En consecuencia, Corea del Sur pensó que había llegado el momento de acabar con la amenaza del líder Kim Il-Sung, y con la perspectiva de acabar con su vida reclutó a una treintena de convictos y condenados a muerte para formar un grupo que pasaría a la historia como la 'unidad 684'. No tenían preparación militar, pero se les ofreció la oportunidad de redimirse con su país en la misión suicida que les tenían preparada. 

De esa forma, los integrantes de la unidad 684 fueron entrenados aislados en una isla, actualmente deshabitada, conocida como Silmido. Allí fueron sometidos a un riguroso entrenamiento -por no decir abusivo y vejatorio- que pone a prueba sus capacidades físicas y mentales, con el fin de convertirse en auténticos soldados y llevar a cabo los planes que el gobierno les tenía preparado. 

Pero por algún motivo, cuando el momento de la misión llega, alguien les avisa de que el plan ha sido cancelado. Desde ese instante, la unidad 684 empieza a ver la semanas pasar sin noticias nuevas y la motivación para lo que habían sido entrenados desaparece poco a poco. Y claro, ya sabéis lo que puede ocurrir en una isla desierta con una comunidad pequeña de tipos armados hasta los dientes sin televisión por cable ni internet con lo que entretenerse. 

Silmido, dirigida por Kang Woo-Suk (Public Enemy, 2002) es simplemente espectacular, no por sus efectos especiales que son más bien normalitos, sino por cómo han sabido detallar la evolución de unos presos que creen que pueden cambiar el mundo y ser útiles para una buena causa, el sentido patriótica que llegan a adquirir y el honor que lentamente van forjando para llegar a convertirse en personas valerosas.

Con independencia de los añadidos de exaltación patriótica, la película nos aproxima al significado del sacrificio y el honor, de la redención y la búsqueda de la gloria y la libertad en un contexto de conflictos ideológicos. 

No deja de ser una cinta "basado en", con lo cual cada uno puede contrastar la historia real con la ficción, pero seguro que no dejará indiferente a nadie.

PUNTUACIÓN FINAL

Lo mejor:

• Trama adictiva.
• Actores de una calidad brutal.
• Buenos efectos especiales, pero no esperéis destrucción masiva.

Lo peor:

• El arranque es un poco confuso y ligeramente cómico.
• Los efectos especiales podrían mejorarse.

9/10

Trailer de "Silmido" (2003)

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