¿Qué vamos a contaros que no sepáis sobre Terry Pratchett? Todos los grandes momentos que nos ha dejado, todos esos grandes personajes y esas risas que acompañan sus párrafos lo convierten en uno de los más mordaces escritores del momento. Que sé yo sobre cuántos libros ha escrito (¿puede que más de 70 libros en total?, pero hoy vamos a comentar en 5 minutos uno que, sin estar bajo la etiqueta "Mundodisco", ha pasado quizá desapercibido entre las estanterías de las librerías.
Nación es una apuesta distinta. Reconozco que leyendo la sinopsis puede llevar a equívocos, haciéndonos creer que se trata de otra estupenda novela de humor, pero no es así. Visto así podría echarnos atrás la idea de leer sus más de 350 páginas, pero nos os equivoquéis: estamos ante una obra maestra.
El argumento no podría ser más atractivo, a la vez que desolador. Mau es un joven que debe superar una última prueba antes de convertirse en adulto en su tribu. Desgraciadamente, una gigantesca ola impide que cumpla el ritual y regresa a su Nación, a sabiendas que ha fracasado y será prácticamente un paria para su pueblo.
Pero cuando éste llega, nadie en la isla ha quedado con vida. Bueno, no exactamente. La ola ha arrastrado una goleta, la "Sweet Judy", y junto a ella a una joven que ha sobrevivido al impacto en la isla. Es entonces cuando comienza una historia en el que ambos jóvenes, tan distintos, marcarán el destino de una nueva Nación.
El hilo argumental es muy lineal. Acostumbrados a los constantes cambios de escenario de Terry en otras novelas, en las que uno puede llegar a perderse a veces, aquí la narración se centra en Mau y su peculiar visión de las cosas, de la religión y de la vida. Y es aquí dónde radica el jugo de la historia, puesto que Terry aprovecha con audacia el personaje de Mau para arremeter contra la religión. Es decir, si los dioses permiten que ocurran desgracias como esa, en el que una tribu entera ha sido exterminada, ¿quién va a contradecir la opinión de Mau sobre la necesidad de la permanencia de dichos dioses en las futuras generaciones de la Nación, si es que merece la pena ser salvada? Las críticas no me han parecido tan cortantes como las que podemos encontrar en "Buenos Presagios" o "Dioses Menores", pero sí permiten más libertad para empatizar con el personaje y hacernos pensar.
Asimismo, el personaje femenino que comentábamos, Daphne, también juega su papel no sólo en el argumento, sino como arma que ataca de forma inteligente al colonialismo. El mensaje destaca la agresividad , la soberbia y la ceguera patriótica que destruye a su paso las civilizaciones, en este caso, con la corona británica en la época victoriana como víctima principal.
¿Qué aspectos negativos destacaría de la novela? Su conclusión acelerada. Hablábamos de las cavilaciones constantes de Mau sobre la religión y su cultura, y quizá lo mejor hubiera sido eliminar unas cuantas páginas para dar un final apoteósico a la obra. En cambio, Terry ha optado por conceder demasiado protagonismo a unos párrafos sobrantes y dejar un final justo que no hace mérito al conjunto global.
Por último, si bien es cierto que no estamos ante una de esas novelas en las que nos vemos obligados a reír constantemente, también encontraremos tintes de humor que amenizarán las descripciones y los pensamientos más profundos de los personajes.
Puede que "Nación" no haya causado mucho revuelo, pero desde luego está infravalorada. No sé si es por esas duras críticas o porque Terry ha acostumbrado al público general a su humor desternillante en mundos fantásticos (éste también lo es), pero desde luego es una lectura obligatoria recomendable para todos los públicos.
¿Cuántos Minutos Más se merece (sobre 5)?
1 comentarios:
Bueno, comento después de mucho tiempo. Acabo de leer Nación y la verdad es que me ha parecido de un nivel altísimo.
Coincido contigo en que es una novela infravalorada (de hecho es de las que debería instituirse pero ya como lectura de colegio ^_^) pero no respecto al final. Me parece un final de los que marcan estilo, sin ruido pero dejándolo todo cerrado y bien cerrado y con la sensación de que difícilmente podría haber un final mejor. Yo lo he encontrado coherente con el resto de la novela. Le falta apoteosis, claro, pero es que Nación se aferra precisamente a las pequeñas victorias cotidianas y al valor de empezar de nuevo. Un final de fuegos artificiales me hubiera sobrado ^_^
Por lo demás, reconozco que soy un lector de Pratchett ocasional pero, para mí, (quizá por tenerlo tan reciente) lo mejor que le he leído. Es un cambio de registro que le sienta de maravilla.
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