Ciudadelas - De intrigas renacentistas

La Italia renacentista es un lugar fascinante por muchas cosas. Intrigas sibilinas, luchas de poder, arte deslumbrante, enmarañadas telarañas diplomáticas, soldados de fortuna, bellas damas misteriosas, bulliciosas ciudades envueltas en una eterna espiral de fiesta, lujo y diversión, carnavales, máscaras y, por encima de todo, la sensación de que la política se ha convertido en una obra de arte que conviene refinar. Un lugar donde nada ni nadie es lo que parece y los cuchillos en la noche conviven con los guantes de seda.


De todo esto va Ciudadelas, un juego de Bruno Faidutti que recoge el turbulento mundo de las ciudades italianas, con sus intrigas y sus clichés. De 2 a 7 jugadores (8 con la expansión) recrea la construcción de tu propia ciudad, mientras te zambulles en los entresijos de la alta política. El objetivo no es otro que construir tu ciudad a través de las cartas de distrito, que reflejan las distintas construcciones que puedes ir añadiéndole, clasificadas en 5 tipos: distritos comerciales, militares, palaciegos, religiosos o distritos especiales. Junto a los distritos, el otro tipo de cartas del juego son las profesiones, que son las que le añaden salsa al asunto.

Ciudadelas cuenta con un sistema de ocho profesiones: Asesino, Ladrón, Mago, Rey, Obispo, Mercader, Arquitecto y Condotiero, a las que se le añaden otras 10 para intercambiar con ellas y variar las mecánicas de juego. Cada turno, según el número de jugadores, se descartan algunas de ellas y el resto se eligen en secreto y se van descubriendo en orden. Así, uno puede hacerse una idea de la profesión del resto de jugadores aunque no tenga la seguridad y puede actuar en consecuencia. Son míticas las reflexiones en plan: sé que has podido elegir tal profesión y que te iría bien, así que cogeré está otra para putearte, aunque puede que hayas asumido que la cogería y hayas cogido otra para ir de farol...

Algo tan simple como esto da pie a un sinfin de posibilidades estratégicas que dan al juego una profundidad más que interesante porque, a diferencia de lo que suele ocurrir, surge de la simplicidad del sistema y no de su complejidad. Más opciones por menos reglas. ¡Una combinación sensacional! Y además, ideal para introducir en los juegos de carta / mesa a esos conocidos reacios al tema.

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