miércoles, 15 de febrero de 2012

El Señor de los Anillos LCG - Un trabajo bien hecho

ESCRITO POR Elban




Los que conocéis sabréis que entre mis vicios confesables se encuentran los juegos de cartas coleccionables. Me fascinan. No sé si será por su componente táctico, por la toma constante de decisiones, por la sana competitividad que se respira cuando te enfrentas a alguien, por el factor coleccionismo, por las múltiples opciones para montar mazos o por la mimada ambientación que suelen presentar. Realmente no lo sé. Sólo sé que en los últimos quince años -¡se dice pronto!- he pasado excelentes momentos alrededor de una mesa y más allá.

Digo todo esto porque cuesta sorprenderme. Más o menos existen unos códigos no escritos sobre qué esperar de un juego de cartas coleccionable y como jugarlo. Vamos, que después de años jugando a La Leyenda de los Cinco Anillos, tardas dos turnos en pillarle el truco a Juego de Tronos. Creo que, a lo largo del camino, hemos perdido parte de la capacidad de sorpresa. Otro tema que me preocupa es que acostumbran a ser juegos de "suma cero". Es decir, yo gano, tú pierdes, o al revés. Se premia la superioridad y se destierra la cooperación al olvido más absoluto. Que no está mal, pero tiene sus pegas: para que alguien disfrute ganando alguien ha de fastidiarse perdiendo, para que la partida no sea abusiva debe haber paridad de nivel de cartas (asumamos la verdad incómoda: parte del porcentaje de victorias suele ser proporcional al dinero gastado en cartas raras). Y lo más importante, son juegos poco amigables con la gente que accede a ellos por primera vez. Repito: son juegos competitivos, no cooperativos.

Esta larga introducción viene al caso porque el sábado pasado decidimos comprarnos El Señor de los Anillos LCG. De él nos atraían tres cosas: 1. La buena experiencia del LCG de Juego de Tronos, 2. Que estuviera ambientado en ESdLA, 3. Que lo vendieran como un juego cooperativo. Como ya os he dicho, esto último suponía una llamada más que interesante...

Después de un fin de semana intensivo, con tardes convertidas en noches alrededor de una mesa, combatiendo orcos, cagándonos en la madre que parió a los Trolls de las Colinas o agradeciendo a Legolas su vista de elfo, puedo deciros que es un juego que me gusta. Mucho.


Para los que no lo sepáis, los LCG no son más que un juego de cartas coleccionable de toda la vida pero con caja básica + expansiones cerradas en vez de en formato sobre. Vamos, que en lugar de comprarte un sobre de tal expansión esperando que te toquen las cartas que buscas, sabes que si te compras el set tal de la expansión pascual te vendrán tales cartas con sus copias necesarias. Sigue habiendo el factor coleccionismo, pero adaptado a la accesibilidad: tú decides qué tienes y cómo lo consigues.

Volviendo a El Señor de los Anillos, nos encontramos con un juego de 1-2 jugadores (aunque se pueden jugar más personas si es necesario) en el que los jugadores colaboran para superar una serie de misiones propuestas por el juego. Cada misión define las condiciones de victoria y el tipo de enemigos y lugares a los que te tendrás que enfrentar para superarla. Dada la aleatoriedad de los encuentros, aunque repitas misiones nunca tienen la misma dificultad o el mismo desarrollo. Pueden ser más o menos plácidas o endiablarse con una incorrecta combinación de monstruos y lugares sobre la mesa.


En la caja básica vienen 10 cartas de misión (repartidas en tres capítulos), contadores varios, cartas de enemigos, lugares y traición, así como cuatro mazos iniciales distintos: uno por cada esfera del juego -liderazgo, sabiduria, táctica y voluntad- que priman formas diferentes de jugar. Cada esfera cuenta con tres héroes que serán nuestras cartas iniciales y las que nos proporcionarán recursos y acciones.

No entraré a destriparos la mecánica de juego. Simplemente comentaros que cada grupo de misiones define la composición del mazo enemigo al que se enfrentan conjuntamente los jugadores. Por turnos, reclutan aliados, exploran la zona, viajan a lugares y combaten contra los enemigos que van apareciendo, todo ello con el fin de aumentar el progreso de la misión y pasar a la siguiente. El sistema de exploración y combate es muy intuitivo y fácil de gestionar, aunque no significa que sea simple en cuanto a posibilidades.


El único problema de la caja básica es - aparte de que cuando la abres da una sensación de vacía que tira para atrás - que deja con ganas de más. Ganas de que lleguen más misiones (las puedes hacer tú mismo, claro!!), conjuntos de monstruos, héroes y cartas para las barajas y seguir ampliando la experiencia jugable.

Otro punto a favor es la cuidada presentación del juego. Desde el diseño de las cartas hasta el aspecto de los contadores o los marcadores de amenaza; todo rezuma buen gusto por los cuatro costados y una estética ESdLA que enamora.

En resumen, un juego de 10.

3 comentarios:

Llorenç Garcia dijo...

Abuf, al principio de los LCG no estaban las expansiones por 9,95€? No veas como sube la inflación para llegar a los 14,95€

Elban dijo...

La explicación es otra. Ahora vienen más cartas por set. Antes venían 3 copias de las cartas normales y 1 de las únicas. Ahora vienen 3 copias de cada. En números.. antes eran 9,95 por 40 cartas, ahora son 14,95 por 60

Unknown dijo...

Se ve bastante bien hecho, creo que especialmente los dibujos y demás gráficos son muy buenos, yo hace poco que vi en hbo go las películas y me gustan mucho, creo que la parte de la magia es la que más nos atrae a todos y por eso estos juegos se han hecho tan famosos.

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