"Hokkaido, Región de Doto, Japón, 1996. En el día de un examen importante, la estudiante Hirasawa Sae (Aragaki Yui) conoce a un hijo de pescador, Kiuchi Kohei (Ikuta Toma), y ambos se juntan con el objetivo de llegar con tiempo a los exámenes. Cuando la camioneta que cogen prestada se estrella, Kohei sigue trabajando con su padre, pero Sae pierde su oportunidad de ir a la Universidad de Waseda para estudiar inglés. Ahí comenzará una historia entre los dos que se verá amenazada por los sueños y obligaciones de los jóvenes”.
Nuestra semana japonesa ha terminado, pero no con ello nuestras humildes reseñas de películas que debéis, o no, dejar de perderos.
No hace falta ser un gran crítico de cine para darse cuenta de ciertos hechos palmarios que ocurren a lo largo de las películas y de pautas que se siguen dependiendo de la cultura y tradiciones del país que las crea. Japón en este caso, tiene en gran parte de sus títulos un objetivo, ya sea dorama o largometraje: ¿cuál es el sueño de los personajes?
Es una constante en muchos guiones y define una parte del ser japonés y de ese espíritu de lucha (en realidad, lo hacen resaltar mucho más, pero al fin y al cabo, independientemente del país, todo trata de lo mismo: perseguir un objetivo).
Hanamizuki no deja de ser una película romántica clásica, con sus dos protagonistas enamorados hasta las cejas pasando por situaciones que les hará plantearse su relación. Los auténticos motivos para no levantarse del sillón no son los personajes principales que, por otra parte realizan un excelente papel. El verdadero gancho de Hanamizuki es el escenario y un guión madurado de principio a fin.
La película nos deja el bello escenario principal de Hokkaido, en un pueblo rural que evoca placidez y nostalgia, alejándonos del estrés de las grandes ciudades durante gran parte del filme. Las situaciones nos llevarán también a escenarios más modernos e incluso fuera de los límites de territorio nipón que, a mi gusto, pone la guinda en el pastel con un acierto innegable.
A raíz de aquí, el guión viene dado sin dar demasiados empujones. Los dos jóvenes protagonistas son interpretados por la nueva promesa Toma Ikuta (que para mí se corona en esta película demostrando el potencial que mostró en Hana-kimi) y la actriz Yui Aragaki, con prácticamente la misma experiencia que Toma en la gran y pequeña pantalla.
A partir del marco de Hokkaido, ambos personajes son muy diferentes entre sí. Él trabaja en el negocio pesquero con su padre, es mal estudiante y no le importa quedarse en el pueblo para vivir; ella, en cambio, es una chica talentosa con los estudios y con inquietudes de cara a su futuro en la gran ciudad de Tokyo. Ambos se conocerán en una divertida escena que los unirá, pero el principal problema se presentará cuando ella tenga que abandonar su sueño por él. Las vallas serán cada vez más altas y las dudas, apoyadas con inoportunas situaciones del destino, les hará plantearse su futuro juntos.
De nuevo, también aparecen esos complementos que demuestran la complicidad de los personajes principales y que siempre se agradece en películas románticas. Estos elementos darán un juego interesante a la historia.
Por ese motivo, merece la pena que su arranque sea un tanto lento, para asimilar las peculiaridades y escenarios clave de la trama.
Quizá la única pega, más subjetiva, y por eso no se lleva la puntuación excelente, es el final. Se intenta dar una lección existencial que resulta imposible creer tras las situaciones que se generan en la película y que resta la intensidad final de un drama como debería ser: totalmente desolador e impactante.
PUNTUACIÓN FINAL
En resumen, Hanamizuki es una película que se retiene fácilmente en la memoria por su calidad de paisajes y por un guión que propone constantemente desde un punto de vista más real que otros títulos.
Lo mejor:
Lo peor:
- El maravilloso paisaje de Hokkaido.
- La tremenda actuación de Toma Ikuta.
- Trama excelente, con elementos recurrentes y otros novedosos.
Lo peor:
- El primer tercio de la película es un tanto flemático.
- Quizá un final realmente impactante hubiera convertido a Hanamizuki en una película Must-See imprescindible.
8,3/10
Trailer de Hanamizuki (2010)
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