[¿QUÉ LEES HOY?] Namor: En las profundidades

Desde siempre el ser humano ha temido lo que no conoce. Todo aquello que escapa a nuestra comprensión se vuelve oscuro y asfixiante; se llena de terrores que pueblan nuestras peores pesadillas. Ya sean procedentes del espacio exterior, del mundo microscópico, de más allá del velo de lo oculto o, simplemente, de una cultura que no es la nuestra, cuando nos vemos obligados a enfrentarnos a lo que nos es extraño, reaccionamos consumidos por nuestra propia irracionalidad. La ciencia o la lógica tienen poco consuelo que darnos cuando nos movemos en el ámbito de lo sublunar...

Desde Marvel, Namor: En las profundidades, de Peter Milligan y Esad Ribic nos habla un poco de todo eso. Ambientada en la década de 1950 nos cuenta el descenso a las profundidades de Randolph Stein, un conocido aventurero famoso por desenmascarar mitos y leyendas (como la del Yeti). Stein es la encarnación del espíritu crítico de la sociedad contemporánea: un hombre racional que busca siempre la explicación lógica de un mundo en el que no caben monstruos, misterios o elementos inexplicables y donde el paradigma científico ha de ser capaz de ofrecer soluciones para todo. En este contexto, se le encarga a Stein investigar cuánto hay de cierto en la existencia de la legendaria Atlantis.

Con este ofrecimiento, Stein inicia un viaje hacia las profundidades marinas, que es tanto un viaje para probar los límites de lo creíble como un descenso a su propia locura. Porque, en la oscuridad de las profundidades marinas, le esperan cosas con las que nunca habría soñado.

MEDIDOR DE SATISFACCIÓN

Personajes

El punto fuerte de Namor: En las profundidades. El tratamiento psicológico de los personajes es fundamental para transmitir la sensación de angustia y de terror inexplicable. La versión de Namor del tándem Milligan - Ribic es todo un ejercicio de renovación del señor de Atlantis, muy alejada de su imagen tradicional en el Universo Marvel y con una presencia que sin ser evidente en buena parte de la trama, se puede palpar de manera casi física durante todo su desarrollo.

Guión

Milligan consigue ir desgranando paso a paso una historia de terror psicológico muy alejada del tono superheroico que la opinión popular le supone a Marvel. La trama avanza de una manera fluida y natural.

Dibujo

Esad Ribic es un dibujante que se prodiga poco pero que tiene un estilo cuidado al detalle y que, personalmente, me parece que cuadra a las mil maravillas con el tono de la propuesta de Milligan. Como casi siempre, caigo rendido a sus pies.

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