Aquellos seguidores de series coreanas estarán de acuerdo conmigo en algo: enganchan. Tienen muchas carencias a nivel de guión, actores con personalidad múltiple y escenarios a veces limitados. Pero, ¿y si tuvierais que recomendar una serie en concreto? Si os dijeran: una serie que reuniera humor, drama, buenos actores, trama coherente y banda sonora más que aceptable.
Posiblemente vosotros tengáis otras referencias, pero de momento la coreana Rooftop Prince reúne todos esos requisitos y más.
Me gustan las comedias románticas precisamente porque no se extienden en demasía y porque en caso de no cumplir con las expectativas personales es más fácil decidirse por "darle matarile" o terminarla hasta el final. Por otra parte, también me gustan las series ambientadas en épocas remotas, pero al contrario de las que hemos mencionado con anterioridad, el número de capítulos se dobla y contienen una serie de formalidades y seriedad que acaban por aburrirme.
Rooftop Prince combina los géneros de comedia romántica más el histórico con una historia original. Lee Gak es un príncipe de la era Joseon y Yong Tae Yong un artista residente en la Nueva York actual. A ambos les une un destino en común que se verá nada más comenzar a ver la serie, pero con la particularidad de que el querido príncipe se ve transportado a la actualidad por algún motivo, mientras trata de descubrir quién asesinó a su prometida.
Como aperitivo para ir haciendo hambre, es como mínimo tentador. Sólo por comprobar esas situaciones comprometidas y simuladas sobre personas de otra época tratando de adaptarse a esta era de nuevas tecnologías y avances, ya vale la pena echarle un vistazo. Y de ello se ocupan durante los primeros 4 o 5 episodios, delegándolo a un segundo plano y en ocasiones puntuales una vez los personajes se habitúan a la vida moderna.
Por supuesto, no creáis que vais a libraros de comprobar de nuevo cómo las situaciones se desarrollan de empresa en empresa, con trasfondos de herencias y puestos de CEO típicos surcoreanos, pero otro de los grandes atractivos de la serie es la localización especial de la pintoresca e idílica casa de la azotea, que da parcialmente nombre a la serie en sí. Además de la casa, los guionistas no dejan de sorprendernos con objetos simbólicos que cargan los capítulos de emoción e imprimen ese carácter e identidad propias que toda obra televisiva o escrita debería tener.
Pero para ser precisos, hay dos motivos principales que conceden a esta serie la casi-excelencia: el elenco de actores y la consistencia argumental. Si bien en otras producciones vemos personajes que transmutan su personalidad en cada situación, en Rooftop Prince tenemos caras, nombres y apellidos que llevan su personalidad de principio a fin, sin medias tintas. Todos y cada uno de ellos realizan una labor concreta y especial en la trama, y los actores bordan su papel a unos niveles que no he visto antes. Si tuviera que destacar algunos, por intensidad de aparición más que nada, serían Park Yoo Chun (que interpreta tanto al príncipe como al artista en la actualidad), su alma gemela Han Ji Min, pero por encima de ellos se encuentra una deslumbrante Jung Yoo Mi (que hizo un papel horrible en Cello, por cierto), que interpreta a una de las némesis más espeluznantes y exasperantes de las series de los últimos años.
La trama se encadena casi a la perfección, y nos deja sobre todo escenas y situaciones creíbles y serias, tanto a nivel visual como de diálogo. Cada capítulo es una nueva sorpresa, se renueva y nos ofrece diversión e intriga de cara al siguiente. El guión no es perfecto, claro está. Sin hacer spoilers, llega un momento en el que la madeja de vínculos familiares se torna insostenible y el espectador se pregunta por el nivel deductivo e intelectual de los protagonistas.
Así que si aún no os habéis atrevido a darle una oportunidad a una serie coreana y queréis probar una digerible para la primera vez, ésta os dejará con ganas de más y pondrá el listón bien alto para la siguiente que veáis.
¿Cuántos Minutos Más se merece (sobre 5)?
Trailer de Rooftop Prince
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