El film narra la historia de un veterano de guerra (la guerra civil americana; 1861-1865), el ex capitán John Carter (Taylor Kitsch), quien inexplicablemente es transportado hasta Marte donde, pese a su reticencia, se verá inmerso en un conflicto de proporciones épicas con los habitantes del planeta, entre los que se encuentran Tars Tarkas (Willem Dafoe) y la cautivante Princesa Dejah Thoris (Lynn Collins). En un mundo al borde del colapso, Carter redescubrirá su humanidad al advertir que la supervivencia de Barsoom y su gente está en sus manos.
Nos encontramos ante una adaptación de ‘Una princesa de Marte’, la primera novela fantástica de Edgar Rice Burroughs.
La película es la clara demostración de que no por tener un presupuesto de 250 millones de dólares (si, se han gastado eso en hacer la película) vas a conseguir que el público doble la rodilla e incline la cabeza ante tanta magnificencia.
No estamos ante una mala película; de hecho, es bastante entretenida y muy colorida y la trama es bonita (el mensaje de la película viene a ser: lucha por aquello en lo que crees), pero ciertos elementos como por ejemplo la falta de carisma del protagonista que ni destila la dureza de su papel ni inspira la confianza de un héroe.
Muchas escenas de la película podrían haberse llevado por otros senderos (cinematográficamente hablando) para que la acción nos hiciera latir el corazón con más fuerza. Asimismo, se le podría haber dado más peso al mensaje de la película para que trascendiera a algo más que un simple entretenimiento de domingo por la tarde.
En resumidas cuentas: Es un film interesante para pasar el rato, pero no mata. Podría haber llegado a ser mucho más.
2 comentarios:
Una Princesa de Marte sin duda suena mucho mejor que John Carter. Suena a americanada cocacolera patriótica-bastarda.
Es un intento de hacer pasta sin ningún tipo de miramiento... Bastardos!! XD
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