Frente a los que dicen que no hay dos sin tres, están los que dicen que a la tercera va la vencida y creo que estos días Shigeru Miyamoto debe ser de los segundos. Porque, nada más y nada menos, después de su tercera candidatura consecutiva, ha sido galardonado con el Príncipe de Asturias de la Comunicación y de las Humanidades 2012. Ahí es ná!
¿Y quién es Shigeru Miyamoto? Supongo que no muchos os haréis la pregunta, pero más vale prevenir. Es el padre de la mayor parte de los grandes iconos de Nintendo y responsable de buena parte del encanto y valores positivos que transmiten sus videojuegos. Ahí van algunos nombres: Mario, Zelda, Donkey Kong, los mii, los Pikmins o Nintendogs.
A mi personalmente la noticia me encanta. Considero a Miyamoto como el mayor exponente de lo que debe ser la industria del videojuego entendida como arte. Un mimo exquisito hacia el apartado artístico (que no es añadir millones y millones de polígonos al tuntún), hacia la jugabilidad y hacia la diversión blanca si necesidad de recurrir a la violencia por la violencia.
Desde Gamelab, los responsables de haber propuesto y apoyado la candidatura de Miyamoto al premio desde hace tres años, nos llega este comunicado que expresa muy bien lo que supone el genio nipón para el reconocimiento del mundo del videojuego en la sociedad:
"Estamos muy orgullosos de haber impulsado este importante reconocimiento para el mundo del videojuego. Hoy es un día histórico para la Fundación y los Premios. El anuncio de este galardón supone un impulso importante para la cultura digital en España y en el mundo, pues serán los creadores de videojuegos como Miyamoto los que inspiren los modelos de comunicación del siglo XXI. Gracias a su influencia, hablar de videojuegos hoy en día es hablar de comunicación global, de una forma de expresión tan potente y democrática que, lejos de contradecirse con las ya existentes, las ha absorbido y mejorado a través del lenguaje de la interacción".
"Propusimos la candidatura de Miyamoto porque consideramos que era el máximo exponente de una genial generación de creadores interactivos, que concibe el videojuego como un nuevo medio, capaz de unir a las personas en torno a una experiencia compartida, sin distinción de edad, sexo, condición social o cultura".
Por su parte, Miyamoto no ha querido dejar escapar la oportunidad de lanzar un aviso a navegantes:
"En el futuro, continuaré esforzándome para que los videojuegos sean capaces de ofrecer de manera continuada diversión y alegría a personas de todas las generaciones y en todo el mundo".
¡Ojalá lo consigas, maestro!
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