La sencillez en un juego siempre se agradece. Y si lo sencillo va acompañado de un amplio abanico de posibilidades y de planificación de las partidas, pues se agradece por partida doble. La propuesta de hoy, Zooloretto, exprime esta máxima de manera magistral (no por nada fue galardonado con el Spiel des Jahres 2007).
Zooloretto parte de una premisa sencilla: gestionar tu propio zoo. Ahora viene cuando os preguntáis, con juegos como ZooKeeper en mente, cómo puede ser sencillo un juego basado en la gestión de un zoológico. Pues bien fácil, con un sistema orientado a la gestión táctica sustentado sobre un par de reglas básicas. En Zooloretto los jugadores han de ir agrupando animales de la misma especie en las distintas zonas del zoo. Los animales (junto al dinero y a los tenderetes varios del recinto) se consiguen cargándolos en unas peanas de plástico que simulan camiones. Una vez que cada jugador ha escogido su camión, se colocan los distintos animales en cada zona, teniendo en cuenta que sólo pueden convivir especímenes de una misma raza en el mismo espacio. Así, los jugadores van desplegando todo un abanico de tácticas sutiles a la hora de cargar los camiones, comerciar con los animales, criarlos o introducir animales exóticos que asustan a los turistas de los demás jugadores...
Así en frío, Zooloretto puede resultar una propuesta extraña pero si tenéis la ocasión de probar una partida veréis que es intuitivo como pocos y con más posibilidades de las que relucen a simple vista. Todo eso, unido al buen puñado de miniexpansiones imprimibles gratuitas, hace de Zooloretto una opción más que interesante para estas frías tardes de invierno.
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