Reconozco que me costó empezar con esta serie. Una temática ambientada en los años 20', con la ley seca de por medio y el inicio del crimen organizado, con un capítulo piloto bastante lento y con mucha información desconocida sobre decenas de personajes cuyos nombres me resultaba tarea difícil relacionar con sus rostros.
Todos, menos uno: Steve Buscemi. Es imposible permanecer impasible ante una personalidad y una expresión como la suya, que recordamos con cariño de películas como Pulp Fiction o Con-Air.
Y ese fue el motivo gracias al cual tuve la oportunidad de acercarme a una de las mejores series que existen en la actualidad, y el punto al que llegué a esa conclusión, sin haber visto ningún capítulo más y que se confirmaría, fue esta conversación: "-Por cierto, soy James Darmody" -Al Capone".
Nos encontramos ante la serie con el capítulo piloto más caro de la historia de la televisión, con 18 millones invertidos, dirigida por Martin Scorsese y adaptada por Terence Winter (escritor y productor de "Los Soprano". Basada en la obra homónima del escritor Nelson Johnson, la serie nos cuenta no un relato cualquiera, sino la historia al completo del desarrollo de los personajes más famosos del mundo de la mafia que viralizó los EEUU tras la migración de población italiana, irlandesa y judía, entre otras, tras el contexto del fin de la post-guerra.
El foco principal está puesto sobre el personaje de Steve Buscemi, Enoch "Nucky" Johnson, un político de Atlantic City de los años 20. La serie impresiona, por tanto, no sólo por la perfecta ambientación sino por la fidelidad con la historia.
En resumen, ya sabemos que a pesar de la crueldad de la Mafia, es una apuesta segura tanto en literatura como en cine por su atractivo general (somos así de morbosos, qué le vamos a hacer). Esta serie, en la pequeña pantalla, se hace grande y sobresale notoriamente, al menos en la primera temporada que aún estoy viendo.
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