"Un día del ańo 1988, Oh Dae-su, un hombre que lleva una vida de lo más normal con su mujer y su pequeńa hija, es secuestrado delante de su casa. Cuando se despierta, está encerrado, sin saber dónde ni por qué. Mientras Dae-su intenta aclarar qué le ha pasado, se queda horrorizado al oír en las noticias que su esposa ha sido brutalmente asesinada. La policía explica que Dae-su es el principal sospechoso ya que se ha encontrado sangre suya en el lugar del crimen. El tiempo pasa, y decide escribir todo lo que ha hecho en su vida que haya podido causar dolor a otros. Mientras escribe, murmura: "He hecho dańo a demasiadas personas. Seguro que el hombre que ha matado a mi mujer y me tiene aquí es una de ellas". Poco a poco, Dae-su se acostumbra a la penumbra de su celda y hace ejercicios físicos y mentales. Jura que se vengará del hombre que ha destruido su felicidad. Un día, alguien vaporiza la habitación con gas y Dae-su se desmaya. Dae-su vuelve en sí. Está libre. Le han dejado un teléfono móvil y una cartera llena de dinero. Recibe la llamada de un extrańo, que le dice que ahora le toca descubrir el porqué de su encarcelamiento. Un pasado olvidado le revelará el secreto."
Cuando a alguien le preguntan "żPor qué te gusta tanto este tipo de cine?", es difícil encontrar un referente que seńale el motivo.
Las razones por las cuales merece la pena sentarse frente a un televisor y quedarse abstraído por completo viendo películas que ni siquiera están traducidas, y a duras penas subtituladas a nuestro idioma. Filmes como OldBoy ayudan a formular una respuesta contundente.
Imagináos que un día despertáis en una mugrosa habitación de motel y sin saber por qué, van pasando los días y lo único que recibes es un plato de comida para poder sobrevivir. Imagináos que pasan días, meses, ańos, sin más contacto con el exterior que una televisión, reteniendo a duras penas el recuerdo de la luz del sol. Imagináos que véis las notícias y veis que vuestra mujer está muerta y tú eres el acusado de su asesinato.
Y tras quince ańos de secuestro, repentinamente te sueltan.
"żPor qué me han encerrado?", "żQuién lo ha hecho?","żAhora qué me queda?"...Venganza. Ese es el tema principal que el director Park Chan-Wook quiere reflejar a lo largo de todo el largometraje, a través de Oh Dae-Su, el secuestrado. Un personaje magistralmente interpretado por el actor Choi Min-Sik, visto anteriormente en el drama "Chihwaseon"(2002). De hecho, "OldBoy" es la segunda película sobre la trilogía de venganza que nos propone el director (Sympathy for Mr. Vengeance y Sympathy for Lady Vengeance).
Estamos hablando de un thriller cuyo desarrollo no es intenso en absoluto. No suceden acontecimientos o descubrimientos importantes hasta después de una gran descripción del entorno y situación personal de cada uno de los personajes. Y es quizá, lo que hace más grande esta película. El autor no se limita a desarrollar un argumento, sino las reacciones, los pensamientos y los cambios de personalidad que se producen en determinadas situaciones con los personajes. Aquellos que buscan la vertiginosidad en una cinta puede que encuentren en esto un punto negativo.
Esta "descripción" predominante se ve acompańada de elementos de acción, suspense e incluso de toques de humor negro que puede que nos recuerden a películas que acostumbramos a ver. Gran parte del filme lo pasamos viendo como el personaje principal reacciona poco a poco tras quince ańos de confinamiento, siente necesidades y se llena de odio y rencor hacia aquellos que lo han encerrado. Como si poco a poco fuera recuperando esa parte de humanidad perdida durante tan largo tiempo.
Ninguna escena pasa desapercibida y todo está meticulosamente preparado para interpretar diferentes cosas, con lo cual es una película recomendada para ver varias veces. Las escenas están perfectamente sincronizadas con una banda sonora (Kim Young-Wuk) que, aunque es poco variada, no se hace pesada al oído y acompańa con coherencia al estado de ánimo y las situaciones de los personajes.
El final es inesperado e impactante, algo a lo que no nos tiene demasiado acostumbrados el cine asiático, y que muestra hasta que punto la venganza puede ser uno de los mayores males de la humanidad.
Ahora bien, os preguntaréis donde está el truco. Estamos ante una obra maestra del cine coreano, pero bajo mi humilde opinión, creo que le falta algo. El único motivo por el cual mi puntuación no alcanzará el tope, es el diálogo. Un largometraje de este calibre, con unos actores casi inmejorables (recalco la interpretación de Choi Min Sik) y de tal sugestiva intensidad emocional no puede carecer de algo tan simple como un diálogo maduro y razonable. En muchas de las escenas se suceden conversaciones que podríamos calificar de risa e incluso determinadas reacciones entre personajes que no tienen demasiada lógica.
Por último, comentar que la película está basada en un manga homónimo y que (no se si será verdad o no) están a punto de hacer un remake (como con la divertida "My Sassy Girl"), eso demuestra hasta que punto golpea con bravura el cine coreano.
PUNTUACIÓN FINAL
Estamos ante una maravilla cinematográfica que, por otra parte, puede que no sea del agrado de todos los públicos (especialmente aquellos que estén acostumbrados al cine occidental, quizá lo encuentren demasiado lenta). Esta película enfoca con una eficacia extraordinaria el tema de la venganza, haciendo que brille especialmente de entre las tres películas de la trilogía.
Lo mejor:
Lo peor:
Cuando a alguien le preguntan "żPor qué te gusta tanto este tipo de cine?", es difícil encontrar un referente que seńale el motivo.
Las razones por las cuales merece la pena sentarse frente a un televisor y quedarse abstraído por completo viendo películas que ni siquiera están traducidas, y a duras penas subtituladas a nuestro idioma. Filmes como OldBoy ayudan a formular una respuesta contundente.
Imagináos que un día despertáis en una mugrosa habitación de motel y sin saber por qué, van pasando los días y lo único que recibes es un plato de comida para poder sobrevivir. Imagináos que pasan días, meses, ańos, sin más contacto con el exterior que una televisión, reteniendo a duras penas el recuerdo de la luz del sol. Imagináos que véis las notícias y veis que vuestra mujer está muerta y tú eres el acusado de su asesinato.
Y tras quince ańos de secuestro, repentinamente te sueltan.
"żPor qué me han encerrado?", "żQuién lo ha hecho?","żAhora qué me queda?"...Venganza. Ese es el tema principal que el director Park Chan-Wook quiere reflejar a lo largo de todo el largometraje, a través de Oh Dae-Su, el secuestrado. Un personaje magistralmente interpretado por el actor Choi Min-Sik, visto anteriormente en el drama "Chihwaseon"(2002). De hecho, "OldBoy" es la segunda película sobre la trilogía de venganza que nos propone el director (Sympathy for Mr. Vengeance y Sympathy for Lady Vengeance).
Estamos hablando de un thriller cuyo desarrollo no es intenso en absoluto. No suceden acontecimientos o descubrimientos importantes hasta después de una gran descripción del entorno y situación personal de cada uno de los personajes. Y es quizá, lo que hace más grande esta película. El autor no se limita a desarrollar un argumento, sino las reacciones, los pensamientos y los cambios de personalidad que se producen en determinadas situaciones con los personajes. Aquellos que buscan la vertiginosidad en una cinta puede que encuentren en esto un punto negativo.
Esta "descripción" predominante se ve acompańada de elementos de acción, suspense e incluso de toques de humor negro que puede que nos recuerden a películas que acostumbramos a ver. Gran parte del filme lo pasamos viendo como el personaje principal reacciona poco a poco tras quince ańos de confinamiento, siente necesidades y se llena de odio y rencor hacia aquellos que lo han encerrado. Como si poco a poco fuera recuperando esa parte de humanidad perdida durante tan largo tiempo.
Ninguna escena pasa desapercibida y todo está meticulosamente preparado para interpretar diferentes cosas, con lo cual es una película recomendada para ver varias veces. Las escenas están perfectamente sincronizadas con una banda sonora (Kim Young-Wuk) que, aunque es poco variada, no se hace pesada al oído y acompańa con coherencia al estado de ánimo y las situaciones de los personajes.
El final es inesperado e impactante, algo a lo que no nos tiene demasiado acostumbrados el cine asiático, y que muestra hasta que punto la venganza puede ser uno de los mayores males de la humanidad.
Ahora bien, os preguntaréis donde está el truco. Estamos ante una obra maestra del cine coreano, pero bajo mi humilde opinión, creo que le falta algo. El único motivo por el cual mi puntuación no alcanzará el tope, es el diálogo. Un largometraje de este calibre, con unos actores casi inmejorables (recalco la interpretación de Choi Min Sik) y de tal sugestiva intensidad emocional no puede carecer de algo tan simple como un diálogo maduro y razonable. En muchas de las escenas se suceden conversaciones que podríamos calificar de risa e incluso determinadas reacciones entre personajes que no tienen demasiada lógica.
Por último, comentar que la película está basada en un manga homónimo y que (no se si será verdad o no) están a punto de hacer un remake (como con la divertida "My Sassy Girl"), eso demuestra hasta que punto golpea con bravura el cine coreano.
PUNTUACIÓN FINAL
Estamos ante una maravilla cinematográfica que, por otra parte, puede que no sea del agrado de todos los públicos (especialmente aquellos que estén acostumbrados al cine occidental, quizá lo encuentren demasiado lenta). Esta película enfoca con una eficacia extraordinaria el tema de la venganza, haciendo que brille especialmente de entre las tres películas de la trilogía.
Lo mejor:
- La admirable interpretación de Choi Min-Sik en el papel principal
- La perfecta descripción de casi todo lo que ocurre en el filme, tanto los
personajes como los entornos - Un final que compensa cualquier defecto que vea el espectador
Lo peor:
- Sólo puedo quejarme de la falta de realismo en algunos diálogos.
9,3/10
Trailer de "OldBoy"
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